Todo empezó en 2003, cuando nuestra madre Monique vino a Capadocia de vacaciones con sus amigas. Enamorados de la mágica geografía de Capadocia y de la singular textura arquitectónica de Uchisar, decidimos restaurar una casa histórica con una parra de uva encima y dimos el primer paso de Taşkonaklar.
Lo que empezó siendo una casita acogedora donde pasaba unos meses al año, se convirtió en un hotel de 6 habitaciones tras su renovación. Aunque al principio los sueños de mi madre de tener una casa se vieron truncados, ahora se la puede ver en su casita verde con contraventanas junto al hotel, sobre todo entre junio y noviembre, disfrutando de las vistas y del tiempo con su café en la terraza.
Gracias a las inversiones realizadas a lo largo de los años, este pequeño hotel ha pasado de tener un cálido ambiente familiar a convertirse en un exclusivo hotel de lujo de 25 habitaciones, reconocido por su excepcional servicio a los huéspedes y una estancia memorable.
Por este motivo, siempre encontrará la calidez de una familia, atención al detalle y un equipo dispuesto/entusiasmado/deseoso de satisfacer sus peticiones con la verdadera hospitalidad turca.
Admiramos la historia de Capadocia, su naturaleza milagrosa y las culturas que alberga, y ofrecemos a nuestros huéspedes una experiencia única y completa de la cultura y la textura de la región.
En consonancia con estos valores, nos esforzamos por ser un punto de encuentro en el que visitantes de todas las lenguas, religiones y procedencias que deseen vivir una experiencia inolvidable en Capadocia puedan reunirse y socializar con un enfoque turístico sostenible y respetuoso con la naturaleza.
Nuestra vid sigue con nosotros y le espera para darle la bienvenida a la entrada del hotel en los meses de verano…